Creciendo en un Hogar Violento
No todos los hogares son asilo o refugio seguro para los niños. Para las victimas de violencia doméstica y sus niños, el hogar se convierte en un lugar que destroza sus vidas.
La violencia doméstica no perdona a nadie, especialmente a los niños que son testigo de ello o que lo viven en carne propia. Vivir en un hogar donde uno de los padres usa violencia en contra del otro pone a los niños en riesgo de sufrir problemas emocionales o de comportamiento. Los niños varones que son testigo del abuso que sus padres tienen contra sus madres tienden a ser personas abusivas una vez que llegan a ser adultos.
El dolor físico y emocional puede durar toda una vida. A los niños se les roba de su inocencia, alegría y confianza. Se sienten confundidos, mojan la cama, no pueden dormir, tienen problemas en la escuela y se culpan por lo que esta pasando.
Si alguna de estas cosas les está sucediendo a sus niños, hay ayuda disponible para ellos y para usted. Admitir o reconocer el dolor y vergüenza o pena de la violencia familiar y esforzarse por conseguir ayuda puede causar confusión. Pero usted no tiene que sobrellevar este problema solo(a). Hay cientos de cosas buenas que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a tratar de lidiar con los efectos de violencia familiar.
Usted puede conseguir ayuda llamando a la línea Nacional de Violencia Doméstica. Los consejeros están disponibles para contestar sus preguntas y ayudarle a crear un plan que ayude y provea apoyo a sus hijos. Los consejeros le pueden ayudar a entender como sus hijos se sienten. Si usted solo necesita hablar con alguien, ellos le escucharan.
Si usted se preocupa por sus hijos y necesita ayuda para usted y para ellos, llámenos.
Línea Nacional de Violencia Doméstica
1-800-799-7233 (SAFE)
1-800-787-3224 (TTY for the Deaf)
Existe ayuda disponible en inglés, español y en varios otros idiomas.
La Línea Nacional de Violencia Doméstica es gratuita y confidencial.